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Albert Einstein: el defensor a ultranza de los sistemas inerciales
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Geodésicas gravitatorias y ecuaciones de campo de Einstein. (
Einstein vs Teoría Conectada)
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El principio de equivalencia de Einstein. (
Monografías.com)
Lectura relacionada en
viXra.org: The new principle of inertia. (
The end of absolute space and inertial systems.)
Como es bien sabido, para intentar explicar la inesperada constancia de la velocidad de la luz sin recurrir a la “materia oscura” de aquellas épocas, el éter lumífero (ver
Dark Matter), la relatividad especial de Einstein de 1905 fusionó el espacio y el tiempo bajo un solo concepto: el espaciotiempo. El tiempo unidimensional y el espacio tridimensional dejaron de ser independientes el uno del otro para dar paso a un nuevo y único concepto absoluto: el espaciotiempo tetradimensional de Minkowski, caracterizado por la célebre
métrica de Minkowski.
La primera consecuencia natural que debería haber seguido, inmediatamente, a la tetradimensionalidad del espaciotiempo es que la antigua ley de inercia tridimensional de Newton, dv=0, debería haber sido sustituida por su generalización matemática tetradimensional: la nueva ley de inercia DU=0. Y en principio, tal como ya reconoce la ecuación fundamental de la nueva
teoría conectada (75), dicha ley tan sólo debería haber sido considerada aplicable a los cuerpos libres, F=0, pues no existe ni una sola razón suficiente para pensar que el movimiento de los graves deba también ser regido por el mismo tipo de ecuaciones que rige el movimiento de los cuerpos libres. (Como ya se explicó en el
Principio de equivalencia de Albert Einstein, no existen geodésicas gravitatorias.)
Es imposible resolver el enigma que aún no ha sido reconocido como tal.
Desde un punto de vista meramente matemático, la gran novedad histórica aportada por las ecuaciones geodésicas, DU=0, consiste en que admiten soluciones distintas a la solución trivial, v=cte, del principio de inercia clásico dv=0 (y también conviene saber, aunque es una cuestión que en este momento no vamos a tratar, que en realidad tales soluciones no triviales no son fruto del paso de un espacio vectorial de 3 dimensiones a uno de 4, 5, 7, 11 o mil y una dimensiones, sino al paso de la diferenciación ordinaria ‘d’ a la diferenciación covariante ‘D’. Tal vez sea porque no somos más que insignificantes hormiguitas bidimensionales extraviadas sobre la superficie de una esfera, pero cualquier mente sensata, si bien es capaz de concebir un espacio+tiempo de 3+1=4 dimensiones, es totalmente incapaz de fantasear un espacio físico de más de 3 dimensiones espaciales, por muy “enrrolladas” que sean). Además, como también demuestra la mera matemática, tales soluciones dependen de la métrica en concreto −existe a priori una infinidad de distintas métricas matemáticas posibles− que se utilice para resolverlas: distintas métricas darán lugar a distintas soluciones.
La ciencia física, desde la teoría de la relatividad especial de 1905 −cuya esencia espaciotemporal está caracterizada por la antedicha métrica de Minkowski− se ha visto asaltada por otro gran problema, cuyo prístino origen se remonta incluso a antes de los principios matemáticos de filosofía natural de Newton de 1687, que hasta el momento presente ha pasado por completo, completamente, desapercibido. Está muy claro que nadie lo ha sabido ni siquiera vislumbrar. ¿A qué problema nos referimos?...
Anticipemos preguntas adecuadas:
1) ¿Conseguirán las ecuaciones geodésicas, DU=0, generar las soluciones no triviales capaces de eliminar el espacio absoluto y las dicotomías inercial-no inercial y movimiento verdadero-movimiento aparente? La respuesta
es…… (ya que es una pregunta anticipada, aplazaremos una respuesta precipitada, pero supongo que el lector ya intuye, por no decir que ya sabe a ciencia cierta, hacia dónde nos estamos encaminando…).
2) La métrica de Minkowski, aparte de preservar la constancia de la velocidad de la luz, ¿ha conseguido generar las soluciones no triviales capaces de eliminar el espacio absoluto de Newton y los sistemas inerciales de Newton-Einstein? Respuesta: no.
En
líneas precedentes ya quedó claro −clarísimo− que la ley de inercia clásica para los cuerpos libres, dv=0, no admite otra solución matemática que la inflexible solución trivial v=cte. Y que tal inflexibilidad fue la que forzó a Newton, sabiente de que los cuerpos libres pueden estar acelerados y de que no suelen obedecer dicha ley de inercia, a inventarse los sistemas (inerciales y) no-inerciales.
Por otro lado, como ahora se acaba de señalar, existe a priori una infinidad de distintas métricas matemáticas posibles. El pensamiento libre empieza donde el dogma acaba. Aparte de la susodicha
métrica de Minkowski, que es la métrica local, y oficial, defendida por la teoría de la relatividad de Einstein desde 1905, existen tantas distintas métricas matemáticas posibles como tantas posibles representaciones del mundo distintas. Sin embargo, ¿qué es lo que ocurre si nos circunscribimos a resolver, sin ser capaces de imaginar siquiera otras posibles y diversas explicaciones plausibles, las tan modernas ecuaciones geodésicas, DU=0, para la métrica preestablecida de Minkowski? (ver
Extracto de la teoría conectada, ecuación 77 y siguientes)
Ocurre lo siguiente: dan lugar de nuevo a la inflexible, ahora ya demasiado recalcitrante y dogmática, solución trivial del principio de inercia clásico: reposo o movimiento rectilíneo uniforme, v=cte. Otra vez, además de otra vez más, la misma inflexible, recalcitrante, dogmática, no flexible y, ciertamente, repetitiva “solución” trivial que obligó a Newton a forzar y fingir hipótesis metafísicas: el sensorio de Dios y las dicotomías sistema inercial- sistema no inercial y, correlativamente, movimiento verdadero-movimiento aparente.
Las tan avanzadas, modernas y sofisticadas
ecuaciones geodésicas, que de hecho admiten ser reducidas a las simples ecuaciones tensoriales DU=0, vuelven a caer y recaer, cuando son resueltas mediante la métrica de Minkowski, que es la que desde 1905 caracteriza la métrica local de todas las teorías oficialmente aceptadas como teorías verdaderas, en la inflexible solución trivial de la vieja ley de inercia de Newton, dv=0, de 1687: v=cte
El verdadero problema que la ciencia física contemporánea acarrea desde 1905, momento en el que se empezó a enquistar hasta convertirse en casi insoluble e infranqueable, es el siguiente: la métrica relativista de Minkowski, en lugar de contribuir a superar la ley de inercia clásica que forzó a Newton a inventarse, para intentar “hacer cierta” de cualquier modo dicha “ley”, los sistemas inerciales, renovó y reforzó la absurda creencia en la existencia real de tan absurdos y metafísicos sistemas de referencia.
A partir de la teoría de la relatividad especial de Einstein-Minkowski la física aún permanece aporéticamente, por no decir antinómicamente, estancada. Confusa, extraviada y perdida. La teoría de la relatividad no ha sabido generar las nuevas propuestas, distintas a la solución trivial v=cte del principio de inercia clásico, capaces de eliminar el metafísico
espacio absoluto que Isaac Newton, desconocía el cálculo tensorial, se vio obligado a fantasear. (En las próximas líneas comprobaremos que la teoría de la
relatividad general, en lugar de enmendar la plana a la teoría de la relatividad especial, no tuvo otra mejor ocurrencia que implantar, esta vez ya de un modo totalmente infranqueable, las barreras que impiden el acceso hacia lo universal: la
universal invariancia de las leyes físicas.)
¿Existen privilegiados sistemas inerciales y espacios absolutos privilegiados? Respuesta: ¡NO! ¿Existen sistemas inerciales? ¡NO! ¿Existen observadores privilegiados? ¡NO!
La actual crisis de la “omnisciente” (meta)física contemporánea debe su prístino origen a la absurda creencia en la existencia real del espacio absoluto −sensorium dei− de Newton y, más tarde, desde principios del s.XX, a los ininteligibles sistemas localmente inerciales del
principio de equivalencia de Einstein. Todos los enrredos de la metafísica contemporánea se remontan al menos, a pesar de su tan brillante y genial arranque, a la filosofía natural de Isaac Newton de 1687. Y es ya a partir de 1905 cuando la ciencia física empieza a involucionar en lugar de progresar: A Albert Einstein, en lugar de saber reconocer el verdadero problema de las teorías newtonianas, esos espacios absolutos y esos sistemas inerciales, no se le ocurre otra mejor idea que
defenderlos a ultranza. Por lo que parece, el inexorable avance del conocimiento sufre siempre inexorables… tropezones.
Basta con el más elemental análisis lógico del lenguaje ordinario usado por Einstein para constatar que todos sus enunciados, principios y postulados remiten de nuevo al inexistente espacio absoluto inventado por Newton. Y que estrepitósamente encaminan, por res extensa, hacia extraños metafísicos entes que ni siquiera tienen razón de ser cuando son concebidos como maltrechas entidades ideales que habitan un mundo real externo en donde lo grave se ha ausentado.
En la actualidad, digamos que por incierta grave
res cogitans confusión en el inconsciente colectivo, antedicho problema ha resvalado desde lo peor hasta lo pésimo. ¡Todo el mundo parece convencido de que existen sistemas inerciales y absolutos espacios! O lo que viene a ser lo mismo, todo el mundo aún permanece persuadido, a pesar de ser la mayor estupidez −a no ser que el ensoñador
Sr. Stephen Hawking sea aun capaz de superarla− jamás elucubrada a lo largo de toda la historia del pensamiento, de que el sol no se mueve en absoluto… (21122012)
Recordemos y recapacitemos de nuevo… El concepto ‘relatividad’, ¿no asigna significado, antes que nada, a la extensión conceptual ‘relatividad del movimiento’? ¿Qué significa ‘relatividad’? Durante cierto breve eterno momento ......, …..., …
Pues permaneceremos siempre sepultados bajo la infinita misteriosidad del Universo… mucho mayor mérito tiene desvelar el verdadero enigma que resolverlo. El verdadero gran problema de la desastrosa filosofía natural actual, la absurda creencia en la real existencia de
privilegiados sistemas de referencia inerciales, es muchísimo más dificilísimo de reconocer como tal que de resolver, pues aparte de que la acreditada autoridad histórica de Albert Einstein, sumándose a las acreditadísimas de Isaac Newton, Descartes y Galileo, defiende aún a ultranza la existencia real de esos privilegiados sistemas inerciales, ha quedado sepultado bajo los pesados estratos temporales de los 3 largos siglos que median entre este casi recién inagurado tercer milenio y el principio de inercia clásico del s. XVII; esto es, el irrebatible principio de inercia clásico de Galileo-Descartes-Newton-Einstein que aún, inconscientemente, permanece pendiente de ser rebatido.
Refutado.
¿Realidad o ficción?, o mejor aún, para que nadie con-funda inteligencias con estupideces varias, ¿ficción o Realidad? Espacios absolutos, sistemas inerciales, sistemas no-inerciales, fuerzas ficticias o aparentes, movimientos aparentes,…, …, …
paradoja de los gemelos, extraterrestres viajes en el tiempo,
agujeros negros, blancos y agujeros de gusano (Stargate), imperceptibles multidimensiones espaciales enrrolladas sobre sí mismas, ‘el’ univero entendido como un todo,
el universo entendido como un todo convertido en agujero negro, materia oscura o
substancia obscura, …
etc, etcétera. La res cogitans transita a veces raros lugares, demasiado extraños lugares…
…Aunque nada tiene de extraño que una ciencia que empezó postulando entes ficticios haya acabado convirtiéndose en ciencia-ficción.
Lecturas complementarias:
-Alipso.com:
El efecto Doppler y la relatividad del tiempo (en formato DOC word)
-Bubok.com:
Extracto de la teoría conectada
-Einstein vs Teoría Conectada:
New Lorentz Transformation
-Einstein vs Teoría Conectada:
La relatividad del tiempo. El tiempo de la relatividad
-eMagister.com:
¿Se puede verificar empíricamente que un círculo es cuadrado?
-Google Knol:
El principio de relatividad de Einstein
-Kiliedro:
Ecuaciones de Einstein de campo gravitatorio
-LibroVirtual.org:
La paradoja de los gemelos de la teoría de la relatividad de Einstein
-Literatura Conectada:
¿Se puede amanecer antes de que amanezca?
-Monografías.com:
5 monografías
-SobreLeyendas:
¿Podemos viajar a través del tiempo?
-viXra.org:
10 artículos
Me dejé llevar por un exceso de entusiasmo y confusión. Pido humildemente disculpas.
Aún creo, soy incapaz de comprender lo contrario, que mis teorías son correctas. Pero no es de mi competencia ningún juicio fiable al respecto.